Lagunas I

¡Buenas noches!

Después de pasar un dia bastante aburrido (o por lo menos, por ahora lo ha sido porque todos mis planes, hasta el momento, se han venido abajo) he decidido retomar esto, que lo tengo bastante desatendido. Ya era hora de volver a ponerme delante del teclado... que todos los días me decía "hoy, hoy actualizo..." y entre uvas y peras al final nunca lo hacía.

Así que... ¿dónde me había quedado? ah, sí, en el 26 del mes pasado. Esa semana hubieron un par de situaciones bastante interesantes...

El martes 27 de octubre, fui a clase, como "siempre" (y lo ponto entre comillas, porque aquí la palabra siempre se refiere únicamente al tiempo que llevo aquí) y pasé el dia de forma bastante "monótona" (de nuevo entre comillas porque aquí la monotonía se refiere a hacer cosas que debo hacer, como ir a clase, mantener la habitación limpia y ordenada, comprar... y esas pequeñas cosillas). Pero esa noche teníamos fiesta, la fiesta erasmus de la semana - todas las semanas se organiza una u otra - cuyo tema era Michael Jackson. Había que ir vestidos de negro o blanco (y no, no era una referencia a la piel del cantante y artista, sino a su ropa...) así que la mitad del grupo iba de un color y la otra mitad del otro. Yo opté por el negro, al contrario que mis compañeros de piso.

Con mis compañeros de piso

Así que esa noche hicimos botellón (literalmente) en el piso de Jess y las chicas. La verdad es que es donde mejor me lo pasé. Aunque un par de ellas se pasaron un poco con el alcohol, ¿por qué? muy sencillo... cuando llegamos al piso ya se habían bebido una botella de vino blanco (o la estaban acabando), yo abrió otra - para ellas, yo me bebí dos cervecitas que me había llevado y fue todo lo que bebí - y después siguieron con el vodka... obviamente, terminaron dobladas.


El caso es que de ahí nos fuimos al
Cień Club (sí, con la ń con tilde) que era donde se organizaba la fiesta propiamente dicha.


Y la gente siguió bebiendo, bailando, hablando... estaba bastante bien, porque aunque había demasiada gente en el local (que no era excesivamente grande) había pista de baile y zonas - a parte - para sentarse. Así que, después de irme con Tasha, y luego el resto de chicas, a bailar... terminé en una de las mesas con Mark de charreta.

Con Tasha en la pista de baile

Estuvimos un buen rato hablando hasta que, sin esperarlo ni por asomo, apareció Tasha delante nuestro... ¡¡con la nariz sangrando!! viendo que iba bastante borracha, que la nariz no dejaba de sangrarle y que no paraba, tampoco, de llorar... Mark y yo decidimos dar por finalizada nuestra noche de fiesta y acompañarla a su piso (que queda bastante cerca del nuestro). Y de ahí, nos vinimos al nuestro, no sin intentar dejar de reirnos de toda la situación.

El resto de la semana fue bastante normalito, clases y más clases... poca novedad, o por lo menos no recuerdo que hubiera nada demasiado remarcable o llamativo... ah, sí. Una cosa.

El viernes (30 de octubre) cuando terminamos la clase de filosofía un chico (español, por cierto) dijo de ir un grupo grande de clase a tomar un café. Así que terminamos un grupo de lo más variadito en una cafetería chulísima en el centro hablando durante horas. A mí me tocó por casualidad junto a un alemán con el que estuve hablando de la familia, los amigos, filosofía, política, educación, religión... vamos, que queda visto que me se hacer entender cuando quiero. Porque claro, toda la conversación fue en inglés. Y dijimos que siempre que podamos repetiremos. Fue una mañana y un medio dia muy curiosos.

El sábado, cuya noche era noche de fiesta debido a Halloween (y todo el mundo iba a salir) yo tenía otros planes, algo menos... "alegres". La última vez que escribí dije que ese sábado tenía intención de hacer una excursión y que había estado mirándolo y esas cosas. Al final fui con un grupo organizado (donde todo eran ingleses y alemanes mayores... bueno, y dos chicos italianos jóvenes) a visitar los campos de Auschwitz y Birkenau.

Desde el autobús. Parte de los bosques que rodean Oświęcim.

A las 8.45 teníamos que estar en el punto de encuentro (muy cerca de la plaza, así que al final no tuve que levantarme mucho más pronto que de normal... por suerte). Así que a las 8.30 yo ya estaba allí (yo y mi manía de llegar pronto a los sitios...). Esperamos parte del grupo hasta las nueve (allí teníamos que ir los que íbamos por "libre") y luego hicimos tres paradas en tres hoteles para recoger al resto de la gente. Durante el trayecto (de una hora) nos pusieron un documental con videos del momento de la liberación de los campos de concentración, trabajo y exterminio (no son lo mismo, no todos eran iguales, aunque es un error muy habitual pensar que sí lo eran).

La chica responsable del grupo era muy simpática, ovbiamente todo estaba contratado en inglés... pero bueno, a estas alturas ya no me supone un problema. A parte de ella que era la que nos iba diciendo dónde íbamos y demás, y se encargaba de que nadie se perdiera o separara del grupo, al llegar a Auschwitz (ambos campos están separados por tres kilómetros) se unió al grupo la guia de los campos.

Nos dieron unos cascos para escuchar a la guia (que llevaba un micro) y nos dijeron que podíamos andar a nuestras anchas, y que lo único que no se podía hacer (en Auschwitz) era hacer fotos en los interiores. Después de eso, lo primero que vimos fue esto:

El trabajo os hará libres

Explicar toda la visita sería un poco complicado... y denso, y como tengo que ir dos veces más (cuando vuelva a venir Julio, y cuando me visiten Laia y Estefi) haré un comentario a fondo (y exclusivamente de esto) cuando vuelva a visitarlos. Lo único que comentaré es que cuando uno llega a Auschwitz empieza a notar algo extraño... es como una pequeña ciudad rodeada de verjas. La verdad es que cuando uno se imagina un campo de concentración o de exterminio no se imagina estas estructuras...

Hay que tener en cuenta que llegado un punto, durante la guerra, empezaron a construirse estos barracones de piedra para los soldados. Terminó funcionando como centro militar, por así decirlo... de ahí que sea tan parecido a una pequeña ciudad.

Aún así, el interior de los barracones (convertidos ahora en museo) es espeluznante. No hay palabras, o quizá yo no sé expresarlo. Para haceros una idea, lo que yo hacía era entrar en las salas, verlas a mi aire (en muchas de ellas, así como bastante rápido) y salir a la puerta. Después esperaba a que entrara el grupo con el que yo iba y escuchaba desde fuera la explicación de la guia.

Tras finalizar la visita a Auschwitz (que creo que duró unas dos horas, si no me equivoco) nos dieron unos quince minutos de descanso y nos recomendaron que bebiéramos un poco y comiéramos algo, que teníamos todos unas caras... así que (ya fuera del "recinto") almorzamos y volvimos al mini-bus para ir a Birkenau (también conocido como Auschwitz II).

Normalmente (y a mí también me pasaba antes de hacer esta visita) la gente suele confundir un campo con el otro. En principio el campo de Auschwitz era de concentración, Birkenau fue de exterminio. La entrada al mismo es la que se ve al fondo de la foto. Tal cual está presentado, normalmente te dejan en lo que sería el final del campo (donde estaban los crematorios) y vas andando por las vias hasta la entrada.

A los lados del "camino" hay varias entradas al campo en sí, donde todavía quedan barracones de madera a la izquierda (donde estaban los cautivos) y a la derecha pueden verse barracones de piedra como los de Auschwitz, donde estaban los nazis. La visita a este campo me resultó incluso más impactante que la del otro. Aquí sí se aprecia con toda su dureza cómo era un campo de exterminación. A mí me dejó bastante fuera de juego, y dos señoras se pusieron a llorar.



Aquí todo estaba al aire libre, y es un memorial que está tal cual lo dejaron los nazis al irse (los crematorios están derruidos). Incluso así... huele extraño. No es posible hacer una comparación en plan "huele raro, como a..." no, es algo más extraño que eso. En éste se conservan los barracones de madera donde dormían los cautivos, donde hacían sus necesidades... es muy fuerte.

Barracones donde los cautivos "dormían", llegaron hasta estar diez personas por cada "cama".

Hice muchas fotos, como documento de que había estado allí. Más de 150 se pueden ver en mi facebook. Pero no me hice ninguna a mí, creo que es un sitio que hay que ver y visitar, que hay que entender (ojo, que no compartir) para no caer de nuevo en el mismo error. Me encontré con gente que se hacía fotos como si estuviera en un parque de atracciones... sinceramente, seré rara como yo sola, pero no me parece un lugar donde ir a reir y hacer el tonto.

El domingo, dia de todos los santos, me quedé en casa y descansé. Estaba bastante cansada de la semana (no había podido dormir muy bien esos días) y la excursión me dejó un poco fuera de juego. Así que me quedé en el piso e hice cosas en la habitación (lavadoras y demás...).

En cuanto a estas dos semanas de Noviembre... bueno, sigue habiendo lagunas, porque hay cosas como ir a clase que ni apunto, pero recuerdo lo más importante... o por lo menos, lo que más se ha salido de la rutina. Pero empiezan a cerrárseme los ojos y quiero seguir leyendo Dune antes de acostarme. Mañana más...

Un saludo.

Iria

PS. Publico esto hoy (lunes 16 de Noviembre) porque el sábado, cuando lo escribí, no me dejaba publicarlo. Y ayer, para qué negarlo... se me olvidó jeje. Hoy escribiré la segunda parte y así me pongo al dia.

1 comentarios:

Mione dijo...

No sabía que tenías un blog! Me ha gustado un montón esta entrada, ojalá tenga la oportunidad yo también de visitar Auschwitz. De pensarlo se me ponen los pelos de punta :S
Me alegro de que estés bien guapetona :)
Muchos besotes.

Mione (Patri :P)

Mione dijo...

No sabía que tenías un blog! Me ha gustado un montón esta entrada, ojalá tenga la oportunidad yo también de visitar Auschwitz. De pensarlo se me ponen los pelos de punta :S
Me alegro de que estés bien guapetona :)
Muchos besotes.

Mione (Patri :P)